El cabello puede cambiar de color o desaparecer por completo, el peso puede fluctuar y los rostros arrugarse, pero a lo largo de nuestra vida, nuestras huellas digitales serán siempre las mismas, y únicas en cada persona. Incluso los gemelos idénticos, que tienen el mismo perfil de ADN, tienen huellas digitales diferentes. Desde hace tiempo se las reconoce como únicas y se las solía imprimir en tabletas de arcilla o hacer una impresión de ellas con tinta en documentos para sellar transacciones comerciales en la antigüedad.